Cada país debe tener un comité científico de vacunas autónomo, independiente y conformado por expertos nacionales, apoyado por internacionales, OPS/OSM, UNICEF, CDC y FDA de los EEUU, EMA de Europa, el cual debe recomendar al MINSA qué debe hacer con respecto a las vacunas. Sin embargo, cada país es autónomo en definir su propio esquema de vacunación basándose de forma responsable en evidencia científica actualizada. Además, debe tener orientaciones para grupos especiales, por ejemplo, personas que tienen bajas sus defensas donde sí debe brindarse una dosis adicional, que es diferente a la dosis de refuerzo o booster, en personas que han completado su esquema de vacunación.

En la vacunación a la población para protegerla de las complicaciones de la COVID-19, lo primero que hay que hacer es revisar las coberturas de vacunación con su esquema completo por grupos de edades, especialmente aquellos más vulnerables a fallecer por complicaciones de esta enfermedad, siendo los mayores de 60 años, personas con problemas en el corazón, los pulmones o sus defensas o inmunidad, pacientes con enfermedades crónicas de cualquier edad y en situación especial.

Lo segundo es verificar la cobertura territorial a nivel municipal o comarcal, según esté el MINSA organizado, ya que se requiere al menos el 80% de cobertura completa de vacunación y de ahí se estima la tercera o 4ta dosis de refuerzo, tomando en cuenta que la prioridad es completar esquemas de vacunación incompletos y en esto último no hay que perderse, ahí debe ser el enfoque. La única información publicada por el MINSA señala 15% pendientes de primera dosis y 35.7% de segunda dosis, de esta última se podría estimar que existe una cobertura del 64%, por tanto, la prioridad debe ser llegar por lo menos al 80% de vacunados con dos dosis y su refuerzo, porque la capacidad el MINSA la tiene con la experiencia acumulada de más de 40 años de vacunación.

Es necesario señalar que un segundo refuerzo o una 4ta dosis no es necesaria si ha tenido ya su primer refuerzo, algunos países como Israel lo han realizado, pero estudios preliminares no observan beneficios adicionales. Otros países en Sur América también están vacunando, en parte basándose en el tipo de vacunas aplicadas y su eficacia, así como la incidencia de la enfermedad.

La OMS ha señalado que no es necesario una segunda dosis de refuerzo, excepto en casos especiales que sus defensas no funcionan y no levantan anticuerpos o defensas, ni tampoco hay que iniciar a vacunar como de cero o sea con una primera dosis ya que el cuerpo tiene memoria, no olvida. Sin embargo, el FDA y el CDC de los EEUU actualmente está recomendando una 4ta dosis de refuerzo en mayores de 50 años.

Recordemos además que la variante predominante es la Ómicron, más contagiosa, se escapa más de la vacuna y es menos letal que las anteriores, pero si puede complicar a personas mayores de 60 años, pacientes con enfermedades crónicas, con problemas en corazón, pulmones y defensa baja. Y no olvidemos que las vacunas actuales no han contemplado la variante dominante en el mundo que es la Ómicron, por tanto, es prudente esperar las nuevas vacunas, que también tendrán que contemplar la nueva variante que surgirá después de la actual dominante.

El refuerzo, excepto para la vacuna Johnson and Johnson, que es a los 2 meses, es a los 6 meses después de haber completado el esquema de vacunación, no obstante, algunos países, como Argentina se están poniendo a los 3 meses o sea 120 días los refuerzos, esta disminución de la mitad, obedece al comportamiento epidemiológico de cada país o sea a la frecuencia de casos vacunados que estén presentando la COVID-19.

Con relación a la vacuna Sputnik light, que es la primera dosis de la Sputnik V y cuyo componente es diferente a la segunda dosis, no están publicadas las evidencias científicas que una sola dosis protege, por lo tanto, las personas vacunas con Sputnik light sí deberían ponerse la otra dosis o refuerzo lo más pronto posible. Por último, recordemos que usted al iniciar esquema como que nunca se ha vacunado, asunto que no existe en la biología humana, pues el cuerpo tiene memoria inmunológica o de anticuerpos, no está comenzando con una primera dosis, si ya le aplicaron dos dosis y un refuerzo, comenzar un esquema con primera dosis, en realidad usted iría por una 4ta. dosis y si sigue el esquema sería su 5ta. y 6ta dosis, lo que no es conveniente por el sobre estímulo inmunológico que pudiera alterar el resultado que desearíamos con las vacunas.